Doctrina

Doctrina

Estamos de paso por un mundo en el cual el cambio es cosa común. Hoy no somos lo que fuimos ayer; y mañana no seremos lo que somos hoy. De manera que gran parte de lo que somos, hacemos, y decimos es temporal.

Sin embargo, hay solamente dos que nunca cambian. Esos son Dios y su Palabra. Pues a diferencia de la condición humana, Dios y su Palabra permanecen para siempre (Malaquías 3:6; Hebreos 13:8).

La Biblia es verdad absoluta, completamente libre de error, y adecuada para proveernos todo el fundamento necesario para una vida fructífera y feliz, en medio de un mundo plagado de inseguridad y confusión.

A continuación, algunas de las verdades doctrinales que consideramos vitales para una vida cristiana exitosa:

1. La Biblia es inspirad

Las Escrituras de toda la Biblia son verbalmente inspiradas por Dios. No solamente las ideas fueron inspiradas; aún las palabras fueron sabiamente escogidas e inspiradas por el Espíritu Santo, pues los escritores originales fueron movidos por Dios a escribir lo que El quería que ellos dijeran. Por tanto, creemos que (1) las Escrituras son la revelación que Dios ha dado de sí mismo a la humanidad, (2) son infalibles (nunca se equivocan), (3) son la guía divinamente autorizada de nuestra fe, creencia, y manera de vivir (2 Timoteo 3:15-17; 1 Tesalonicenses 2:13; 2 Pedro 1:21)

Importancia de esta doctrina

La persona que no esté completamente de acuerdo con que toda la Escritura fue inspirada por Dios y por tanto única fuente de absoluta verdad, libre de error (2 Timoteo 3:16-17), no tendrá una norma segura sobre la cual fundamentar su vida; sino que vivirá plagada de preocupaciones y confusiones. Sin embargo todos los creemos que Dios y su Palabra no cambian, podemos estar seguros de que al regir y guiar nuestras vidas por su Palabra caminaremos seguros a través de un mundo plagado de inseguridad y confusión hacia la vida eterna en la presencia de Dios.

2. El único Dios verdadero
Hay un solo Dios Verdadero. Se ha revelado como el que siempre ha existido sin agente o causa externa que le formara (Is 43:10).El es el Creador del cielo y de la tierra (Gén 1:1). El Único que redime, salva, o rescata la humanidad del pecado y de sus dolorosas consecuencias (Is 43:11). Dios se ha revelado también como un solo Ser (Deut 6:4). Ese solo Ser consiste en tres personas interrelacionadas: El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo (Mat 28:19, Lc 3:22). Este concepto de un solo Dios o Ser en tres personas se expresa con la palabra Trinidad. La palabra “Trinidad”, literalmente no aparece en la Biblia, pero sí el concepto implícito de la misma (Gén 1:1 – “Dios en los textos originales = Elohim / nombre propio de Dios que expresa tres [no dos, tampoco más de tres; sino tres], Mat 3:16-17); Pero ¿cómo pueden existir tres personas en un Dios? ¿Cómo puede Dios ser tres y Uno? ¿Acaso no es esto una contradicción? Nos parecería más fácil que Dios fuera Uno y no tres, o que fuera tres y no Uno, pero El no puede ser tres y Uno a la misma vez. Esto seria una violación de la ley más fundamental del pensamiento, la ley que se le conoce con el nombre de la ley de “no-contradicción”. En primer lugar, la fe cristiana en la Trinidad, es decir tres personas en un Dios no es una contradicción. La contradicción ocurre solo cuando algo es A y no-A al mismo tiempo y en el mismo sentido. Dios es ambos, tres y Uno al mismo tiempo pero no en el mismo sentido. El es tres personas pero Uno en esencia. El es tres personas pero solo Uno en naturaleza. Sería contradictorio decir que Dios tiene tres naturalezas en una naturaleza o tres personas en una persona. Pero no es una contradicción decir que Dios tiene tres personas en una naturaleza. Esto se puede ilustrar con la figura de un triangulo. El triangulo tiene tres esquinas o tres ángulos pero es un solo triángulo. Cada esquina no es igual a todo el triángulo. O también podemos ilustrar esto con el numero 1, por ejemplo, la Trinidad es semejante al numero 1 elevado al tercer exponente (1^3) = 1*1*1=1. Dios no es 1+1+1=3, lo que resultaría en un triteísmo o politeísmo. Dios es un Dios, manifestado eterna y simultáneamente en tres personas distintas. Dios es amor (1Jn 4:16), pero para amar tiene que haber uno que ama (el Padre), uno que es amado u objeto de ese amor (el Hijo), un espíritu de amor o que hace posible la acción de amar (el Espíritu Santo). De manera que el amor en sí mismo es una tri-unidad. Otra ilustración de la Trinidad es en referencia a nuestra mente, ideas, y palabras. Hay una unidad entre ellas; sin embargo, son distintas la una de la otra. Ahora no olvidemos que la Trinidad es un misterio. Un misterio que va más allá de la razón humana sin ir en contra de la razón misma (¿cómo es esto? Va más allá de la razón porque se trata de Dios quien es infinito. Nuestra mente es finita; de manera, que resulta imposible para lo finito alcanzar lo infinito. Y no va en contra de la razón porque Dios nos deja conocer hasta donde conviene por ahora, y aunque no lo entendamos en su plenitud, sí lo aceptamos por medio de la fe y de la esperanza que “en aquel día conoceremos tal como ahora somos conocidos porque por ahora miramos como a través de un espejo empañado…”) Podemos apreciarlo o aceptarlo, pero no podemos completamente comprenderlo. Como alguien dijera sabiamente: “Si alguien tratara de comprender completamente el misterio de la Trinidad perderá su mente, y si no cree sinceramente en la Trinidad perderá su alma” (Ravi Zacharias).

Importancia de esta doctrina

Decir que el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son tres dioses o tres maneras en las que el Único Dios se ha revelado es contrario a la clara declaración de las Escrituras. Por siglos, estas falsas enseñanzas han creado división y mucho daño en la iglesia. Aunque muchos no quieran aceptar la doctrina de la Trinidad, “tres en Uno”, es totalmente bíblica y esencial para el entendimiento correcto de la naturaleza multifacética de Dios. Lea algunas referencias bíblicas que declaran la relación del Único Dios verdadero y la relación entre las tres personas: Mat 3:16-17; 28:19; Lc 1:35; Jn 1:29; 33-34; Hchs 2:32-38, Rom 1:1-7…, I Jn5:7-13

3. El Señor Jesucristo es plenamente Dios

El Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, siempre ha existido. El tampoco tiene principio ni fin (Juan 1:1-3, Apocalipsis 1:8). Para llevar a cabo su misión de sacrificio terrenal, se hizo hombre al nacer de María siendo aún virgen, concebido por el Espíritu Santo (Mateo 1:23, Lucas 1:31; 35). Vivió una vida perfecta, absolutamente sin pecado (Hebreos 7:22-28; 1 Pedro 2:21-22). Mientras estuvo en la tierra obró muchos milagros por medio de la unción del Espíritu Santo (Hechos 2:22; 10:38). Para restaurar a la humanidad caída, murió en la cruz como sustituto por los pecados de cada persona (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21). Fue levantado de los muertos por el poder sobrenatural de Dios (Mateo 28:6, Lucas 24:39; 1 Corintios 6:14, 15:4). Desde su resurrección, ha sido exaltado (adorado), y está sentado a la mano derecha de Dios (Hechos 7:55-56; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:1-3.

Importancia de esta doctrina

La Biblia provee sobreabundante evidencia sobre la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. Para mencionar algunas: su nacimiento virginal, su vida sin pecado, sus milagros, su muerte, resurrección, y ascensión. Cuando una persona, por la Palabra de Dios, reconoce que Jesucristo es eterno juntamente con Dios y el Espíritu Santo, que vino enviado por Dios Padre a darse en sacrificio por nosotros los pecadores, y que después de su muerte, resucitó para regresar a la Gloria que siempre tuvo con el Padre, esa persona reconocerá igualmente que su salvación y restauración están seguras y garantizadas en el poder soberano del Señor Jesucristo.

4. La caída del hombre
El hombre fue creado bueno y recto porque Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…” Sin embargo, el hombre, escogió desobedecer las instrucciones de Dios… y decidió hacer lo malo. Como consecuencia, el hombre cayó de la inocencia y la bondad, y trajo sobre si mismo, no solo la muerte física; sino también la muerte espiritual, la cual es separación de Dios (Génesis 1:26-27; 2:17; Romanos 3:10-12, 23; 5:12-19.

Importancia de esta doctrina

El humanismo enseña que el hombre, por medio de una buena educación y un medio ambiente favorable, es capaz de superar e inclusive erradicar sus tendencias al mal. La falsedad de este planteamiento quedó demostrada a mediados del siglo XX cuando una de las naciones más avanzadas del mundo en las artes y las ciencias se entregó ciegamente al exterminio masivo de personas que fueron sus “vecinos”, que compartieron aquel país y continente por generaciones. Por el contrario, el mensaje bíblico enseña y demuestra la bancarrota física, moral, y espiritual del hombre hasta que este proceda al arrepentimiento reconociendo al Señor Jesucristo como su Único Salvador y Señor personal para que su naturaleza mala pueda ser transformada por el poder redentor y transformador de Jesucristo.

5. La salvación del hombre
La salvación es la liberación de la muerte espiritual y de la esclavitud del pecado. Dios da salvación a todo el que cree en El y acepta su oferta gratuita de perdón. La única esperanza de redención de la humanidad del estado caído de pecado es mediante la sangre que Jesucristo, el Hijo de Dios, derramó sobre la cruz. El relato de la crucifixión están registrados en los cuatro evangelios: Mateo (capítulo 27), Marcos (capítulo 15), Lucas (capítulo 23), y Juan (capítulo 19).

La experiencia de la salvación. Una persona recibe salvación cuando (1) se arrepiente ante Dios de sus pecados y de su naturaleza e inclinaciones pecaminosas, y (2) confiesa y recibe a Jesucristo como su único Señor y Salvador personal, creyendo (teniendo fe) en que solamente la sangre de Jesucristo puede borrar todos sus pecados, y en que solamente el sacrificio perfecto de Jesucristo (sus sufrimientos, muerte, y resurrección) garantizan el perdón y la reconciliación con Dios Padre y vida eterna. Al poner la fe en el amor y la salvación gratuita de Dios, uno experimenta el lavamiento de la regeneración (o nuevo nacimiento espiritual), la obra renovadora del Espíritu Santo, y es declarado justo (recto delante de Dios). Regeneración, renovación, y justificación son palabras que describen lo que ocurre en la salvación. En el momento de la salvación, una persona se hace heredero de la esperanza de vida eterna prometida por Dios (Lucas 24:47; Juan 1:12-13; 3:3; Romanos 10:13-15; 2 Corintios 5:17; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:5-7). Evidencias de la salvación. La evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu Santo a nuestra propia conciencia impartiéndonos la seguridad de que Dios nos ha aceptado como hijos en Jesucristo (Juan 1:12-13; Romanos 8:14-16; Gálatas 4:6-7; Efesios 1:3-10). La evidencia externa, visible para los demás, es una vida de rectitud y verdadera santidad (1 Corintios 4:1-2; Efesios 4:22-24). Es un estilo de vida diario, vivida para agradar y glorificar a Dios.

Importancia de esta doctrina

El mensaje central de la Biblia lo encontramos en Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” De manera que la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, enseña que el amor de Dios por el hombre caído es tan grande que envió a su Único Hijo a morir en sacrificio perfecto en lugar del hombre proveyendo así perdón para los pecados, reconciliación con Dios, poder para vivir victoriosos sobre el mal, y una vida espiritual sin límites para todo los que confiemos en El. De esta verdad doctrinal dependen todos los demás planteamientos doctrinales. Sin esta doctrina, nuestra vida sería completamente vacía y sin sentido; en pocas palabras, estaríamos completamente perdidos.

6. Las ordenanzas de la iglesia
Algunas iglesias usan el término sacramentos en lugar de ordenanzas. Sin embargo, para algunas personas, sacramentos transmite la idea de que se produce una obra espiritual en el individuo cuando se recibe o experimenta el sacramento. Nosotros llamamos al bautismo y a la Santa Cena ordenanzas porque ambas son celebraciones cristianas establecidas u ordenadas por nuestro Señor Jesucristo.
Al cumplir con estos deberes espirituales, el creyente recuerda la obra importante que ya tuvo lugar en su corazón.

Bautismo en agua
La ordenanza del bautismo por inmersión en agua (no rociamiento) aparece en las Escrituras (Mateo 3:13-17; Mateo 28:19). Todo el que se arrepiente y cree en Jesucristo como Señor y Salvador personal debe ser bautizado. Este acto del bautismo simbólicamente declara a todo el mundo que la antigua vida y el estilo de vida pecaminosos del creyente bautizado murieron con Cristo en la inmersión y que un nuevo ser espiritual ha sido levantado con Cristo (en su resurrección) para vivir una nueva vida (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos 10:47-48; Romanos 6:3-6)

Santa Cena
La Cena del Señor o Comunión, que consiste en el pan y el fruto de la vid (jugo de uvas), es un recordatorio del sufrimiento y la muerte de Cristo (1 Corintios 11:26). Al comer y beber los símbolos del sufrimiento y la muerte de Cristo, el creyente expresa su conocimiento de que por medio de la salvación (1) ha sido hecho recto delante de Dios, y (2) es participante d e la naturaleza divina de la vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4). La ordenanza también espera la segunda venida de Cristo (1 Corintios 11:26), pues es un recordatorio de proclamar la muerte del Señor “hasta que El venga”.

Importancia de esta doctrina

Al practicar estas ordenanzas, lo hacemos no para cumplir con costumbres o ritualismos religiosos; sino consientes que estas ordenanzas comunican el mensaje central de la fe cristiana.

7. El bautismo en el Espíritu Santo
Todos los creyentes pueden recibir el bautismo en el Espíritu Santo y, por tanto, deben esperar y buscar ardientemente la promesa del Padre, según el mandato de Nuestro Señor Jesucristo. [Algunas referencias en la Biblia hablan del “Espíritu Santo y fuego”. El fuego, imagen comúnmente asociada con el Espíritu Santo, sugiere la acción limpiadora y purificadora, y el celo del Espíritu Santo que continúa la obra de crecimiento espiritual comenzada en la salvación.]

El bautismo en el Espíritu Santo era la experiencia normal de todos los cristianos de la iglesia primitiva. Con esta experiencia viene la provisión de poder para una vida cristiana victoriosa y para un servicio productivo. También provee de dones espirituales indispensables para un ministerio más efectivo (Lucas 24:49; Hechos 1:4, 8; 1 Corintios 12:1-31). El bautismo en el Espíritu Santo es separado de la salvación, y sigue a la experiencia del nuevo nacimiento (Hechos 8:12-17, 10:44-46, 11:14-16, 15:7-9). Con este bautismo vienen experiencias como la plenitud del Espíritu (Juan 7:37-39; Hechos 4:8), una mayor reverencia a Dios (Hechos 2:43; Hebreos 12:28), serio compromiso con Dios y dedicación a su obra (Hechos 2:42), y un amor más activo por Jesucristo, su Palabra, y por los que aún no se han convertido (Marcos 16:20).

Importancia de esta doctrina

Es el Señor Jesucristo; y no el hombre, quien concede el merecido grado de importancia a esta doctrina. Al estudiar toda la Biblia; pero en especifico los Evangelios y los Hechos, aprendemos sobre los maravillosos ministerios del Espíritu Santo, su misión dentro del plan redentivo de Dios, y consecuentemente nuestra total dependencia del Espíritu para poder llegar a ser verdaderos discípulos del Señor Jesucristo.

8. La evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo
El bautismo de los cristianos en el Espíritu Santo está acompañado de la evidencia física inicial de hablar en otras lenguas (lenguas no aprendidas Hechos 2:4; 1Corintios 14:2, 4,) según el Espíritu les concede expresarse.

Esta forma de hablar en lenguas es básicamente la misma que el don de lenguas (1Corintios 12:4-10, 28). La diferencia está en el propósito y en el uso. [La manifestación de las lenguas puede ser observada en la vida personal de oración de todo creyente lleno del Espíritu. Sin embargo, el don de lenguas (a veces llamado “mensaje en lenguas”) opera públicamente, por lo general en ambientes de adoración congregacional. Este don es seguido por el don de interpretación de lenguas. Ambos son dados a individuos dentro de la iglesia. Su propósito es el beneficio espiritual del individuo y de la congregación.

Importancia de esta doctrina

Muchos cristianos no disfrutan esta experiencia-don, principalmente por falta de un conocimiento pleno de las Escrituras lo que los hace presa de presunciones, prejuicios y temores. Pero los millones de pentecostales que hemos sido bautizados en el Espíritu, estamos convencidos de cuan valioso es este regalo de Dios, pues según las Escrituras el que habla lenguas según el Espíritu le da que hable, no se comunica con el hombre; sino con Dios. Y el que profetiza, según el Espíritu le de para profetizar, lo hace no para beneficio propio; sino para la edificación de toda la iglesia.

9. La santificación
La santificación es el acto de separarnos del mal e identificarnos con las cosas buenas, rectas, y moralmente puras (somos separados de los métodos pecaminosos del mundo y dedicados o consagrados a vivir para Dios). Es un proceso de transformación que comienza de adentro hacia fuera y se logra siempre y cuando el creyente esté dispuesto a colaborar con Dios (Romanos 12:1-2; 1Tesalonisenses 5:23; Hebreos 13:12; 1Pedro 1: 13-23). Las Escrituras enseñan que debemos ser santos porque Dios es santo (1Pedro 1:16). Porque sin santidad nadie verá al Señor (Hebreos 12:14). Es posible vivir en santidad por medio del poder del Espíritu Santo.

El cristiano es santificado cuando se identifica con Jesucristo, y acepta por fe el sacrificio perfecto de Jesucristo, su muerte, y su resurrección victoriosa. La santificación es el reconocimiento diario de nuestra unión con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. Para experimentar esta santificación, es necesario que el cristiano ponga o rinda cada aspecto de su vida bajo el señorío del Espíritu Santo (Romanos 6:1-11, 13; Romanos 8:1-2, 13; Gálatas 2:20; Filipenses 2:12-13; 1Pedro 1:5).

Importancia de esta doctrina

Según esta doctrina aprendemos que a partir de nuestra salvación, los cristianos comenzamos una carrera en pos de crecimiento y madurez espiritual. Cuando permitimos que el Espíritu Santo y la Palabra de Dios gobiernen en todas los aspectos de nuestras vidas, somos transformados progresivamente hasta que alcancemos la meta final – ser hechos semejantes a Nuestro Señor Jesucristo.

10. La iglesia y su misión
¿Cómo podemos definir la iglesia? ¿A qué llamamos la iglesia?
Según la Biblia, la iglesia consiste en las personas que han puesto toda su fe y confianza en N.S Jesucristo como único capaz de salvarles de sus pecados y de la condenación eterna
La iglesia incluye a todos los cristianos sin distinción de edad, raza, sexo, o denominación. Es el cuerpo de Cristo y morada del Espíritu Santo.

N.S Jesús es la cabeza de la iglesia a quien dio toda lo necesario para cumplir con su Gran Comisión – Mat 28:19-20; Mar 16:15. Cada cristiano forma parte integral de la iglesia y así como es recipiente de todas las promesas y bendiciones dadas a la iglesia también es responsable de todos los deberes encomendados a la iglesia.

Los nombres de los verdaderos integrantes de la iglesia están inscritos en los cielos, en el libro de la Vida, no necesariamente en la lista de miembros de la iglesia. El propósito de Dios con relación a la humanidad es: 1) Buscar y salvar a los perdidos en el pecado – Lc 19:10. 2) Ser adorado por todos los redimidos – Apc 4:8-11 y 3) Edificar un cuerpo unificado de creyentes maduros en la fe y en el conocimiento semejante a su Hijo Jesús – Ef 4:11-24 (se entiende que estos propósitos incluyen los 5 propósitos de Dios con la iglesia). De manera que la principal razón de ser de Centro Cristiano Emanuel como parte de la iglesia de Jesucristo es:

  1. Ser una agencia de Dios para la evangelización de los perdidos – Hchs 1:8; Mat 28:19-20; Mar 16:15-16
  2. Ser un solo cuerpo en el cual toda persona nacida de nuevo pueda adorar a Dios – I Cor 12:13
  3. Ser un instrumento de Dios para edificar un cuerpo de santos que vayan siendo perfeccionados por el Espíritu Santo hacia alcanzar la imagen y semejanza de su Hijo Jesucristo – Rom 8:29; Ef 4:11-16; I Cor 12:28; 14:12

Nuestro deseo de cumplir con esta misión triple de la iglesia debe motivarnos a buscar el bautismo / llenura diaria del Espíritu Santo según las Escrituras. Gracias al poder del Espíritu Santo, los cristianos pueden evangelizar con las señales prometidas que deben seguir a los que prediquemos el evangelio a otros – Mar 16:15-20; Hchs 1:8; 4:29-30; Hbrs 2:3-4

Pueden experimentar una intensidad y profundidad mayor en la adoración a Dios – I Cor 2:10-16; I Cor 12-14. Y pueden corresponder a la obra completa del Espíritu Santo en el redimido en cuanto al fruto del Espíritu, los dones del Espíritu, y los ministerios del Espíritu como en los tiempos de la iglesia primitiva.

Importancia de esta doctrina

La misión de la iglesia en general es aceptada por todos los cristianos, pero muchos cristianos no aprecian la iglesia local como tal y deciden practicar una religión aislada e independiente.
Lamentablemente estas personas desobedecen el mandamiento específico de Dios de no dejar de congregarse en Hbrs 10:25

El ver u oír predicadores por la TV o la radio no es suficiente porque el plan de Dios para su pueblo desde el principio fue la adoración, edificación, y la alimentación espiritual en compañía de otros cristianos.

Esta doctrina es vital para una vida cristiana equilibrada.

11. El Ministerio

Servir en un ministerio o ministerios de la iglesia en respuesta al llamado divino es un mandato bíblico.

El mandato y fundamento bíblico sobre la responsabilidad ministerial de cada cristiano están expresados en los siguientes pasajes bíblicos: 1. La adoración a Dios (Jn 4:23-24) 2. La evangelización del mundo (Mar 16:15-20) 3. La edificación individual y conjunta de todos los cristianos “hasta que todos lleguemos… a la estatura del varón perfecto….” = a un grado de madurez y santidad que los demás puedan ver a Cristo reflejado en nosotros (Ef 4:11-5:21)

Importancia de esta doctrina

Una de las enseñanzas fundamentales del N.T es el sacerdocio de todos los creyentes (I Pdr 2:9). Todo cristiano debe dejarse guiar por el Espíritu Santo para ministrar o edificar a otros en alguna forma. Obviamente los nuevos cristianos deben ser discipulados o instruidos para que a su vez puedan ministrar a otros. Por esta razón, Dios estableció los diferentes dones ministeriales en la iglesia (Ef 4:11-16). Esta doctrina es importante porque el éxito ministerial de cada individuo – congregación en el cumplimiento de su misión depende en gran parte de un liderazgo ungido por el Espíritu Santo.

12. Sanidad Divina
El que niegue la sanidad divina para estos tiempos; por fuerza, niega la eficacia del Evangelio de N.S Jesucristo para estos tiempos porque la sanidad divina es parte integral del Evangelio (Is 53:5; I Pdr 2:24)

La sanidad es una de los privilegios y bendiciones del cristiano (Mat 8:16-17; Stg 5:14-16)

Importancia de esta doctrina

El crecimiento numérico de cristianos llenos del Espíritu Santo puede ser atribuido a la intervención milagrosa de Dios en la vida de personas afligidas por diferentes padecimientos, sean espirituales, físicos o emocionales.

Tanto la Biblia como la hx de la iglesia hasta nuestros días están llenos de testimonios de personas que han sido libertados de sufrimientos espirituales, físicos y emocionales. Aunque no podemos explicar porque algunos son sanados y otros no, sabemos que Dios lo sabe todo y hace todas las cosas bien según su sola potestad; sin embargo, en toda congregación encontramos cristianos que han experimentado el toque sanador de Dios.

Aún la Biblia misma cuyas enseñanzas incluyen la sanidad divina registra que el gran siervo de Dios, Eliseo, “enfermó de la enfermedad que iba a morir”. El negar esta doctrina es negar el mensaje del Evangelio y la promesa de Hbrs 13:8.

13. La Esperanza Bienaventurada
Llamamos “esperanza bienaventurada” a la verdad bíblica que enseña sobre el inminente regreso del Señor a buscar a su iglesia (I Cor 15:1-58; I Tess 4:13-18; Tito 2:11-15). Entre la muerte y la resurrección el cuerpo no está vivo, ni tampoco el alma duerme; sino que está viva y consciente en la presencia del Señor (2 Cor 5:1-9)

Importancia de esta doctrina

En primer lugar porque distingue al cristianismo de todas las religiones del mundo, y nos ofrece suficientes motivos para vivir una vida santa y para predicar a otros el Evangelio. Este evento pondrá fin, para siempre, a las dificultades, enfermedades, sufrimientos, y aún el peligro de pecar contra el Señor. Sin embargo, no será así para los que estén sin Cristo porque después de este evento, los que queden en la tierra experimentarán tal tribulación como nunca en la historia del hombre. Esta es una de las razones por las que la iglesia tiene que esforzarse por ganar a los perdidos procurando salvar a la mayor cantidad posible del juicio venidero.

14. El Reino Milenario de Cristo
El Reino Milenario del Señor Jesús será establecido acto seguido después de su segunda venida – a esto viene: 1. A llevarse a sus redimidos. 2. A establecer su Reino por mil años. La segunda venida es mencionada más de 300 veces en el N.T – Es mencionada 8 veces más que la primera y es sin duda alguna una de las doctrinas más importante del N.T

La forma de su venida:
Será personal – Jn 14:3; Hchs 1:10-11; I Tess 4:16-17
Será visible – Apc 1:7; Zac 14:4
Será gloriosa – Mat 16:27-28; 2 Tess 1:7-9; Col 3:1-4

Además:
Así como la primera venida del Señor se extendió por espacio de treinta años, también la segunda incluye acontecimientos diferentes. En la primera venida fue rebelado como niño en Belén, más tarde como el Cordero de Dios en su bautismo, y como Redentor en el Calvario. En su segunda venida aparecerá primero a los suyos secreta y repentinamente para tomarlos o arrebatarlos para que estén con El durante las bodas del Cordero o la Cena del Señor – esto será como la gran fiesta de bienvenida a todos los redimidos de Cristo.

Mientras dilata la celebración de las bodas, aproximadamente, siete años, los que han quedado en la tierra estarán experimentando el periodo de la gran tribulación. Al final de la gran tribulación el Señor Jesucristo aparecerá (se manifestará abiertamente) para deshacer el gobierno del anticristo y establecer el Suyo, El Reino Mileníal – 1000 años. ¿Por qué se manifiesta en formas diferentes – a los suyos secreta y personalmente, a los no suyos, después abiertamente? La relación y el trato personal son completamente diferentes con ambos grupos y eventos. Mat 24:27-30; Apc 19:9-21; 20:1-6

Importancia de esta doctrina

Todos los acontecimientos proféticos registrados en la Palabra de Dios señalan hacia el cumplimiento de estas promesas y eventos futuros. A veces parece como si el mal llevara las de ganar; pero la misma Palabra de Dios dice que todo irá empeorando y ese es el proceso de maduración para el cumplimiento de los planes de Dios. El gobierno Mileníal demostrará que el reino y gobierno de Dios es perfecto y reemplazará a todas las formas fracasadas del gobierno humano.

15. El Juicio Final
Habrá un juicio final en el cual los que murieron en sus pecados, sin aceptar a Jesucristo como único Señor y Salvador personal, serán resucitados y juzgados según como vivieron. Toda persona cuyo nombre no aparezca inscripto en el Libro de la Vida será condenada juntamente con satanas sus ángeles, el anticristo, y el falso profeta – este castigo consistirá en tormento eterno en el lago de fuego – lo que constituye la 2da muerte – Mat 25:46; Mar 9:43-48; Apc 20:7-15; 21:8

Importancia de esta doctrina

Dios es amor; pero también es justo.

Es imposible que el amor viole la justicia y viceversa – es imposible que Dios permita que la maldad no reciba su merecido castigo. Los universalistas sugieren que al final todos, buenos y malos, serán salvos; pero esta doctrina no encuentra fundamento en la Palabra de Dios; por tanto, es falsa. Esta doctrina es importante porque recuerda al hombre que la paga del pecado es muerte y la única manera de escapar el tormento eterno es el arrepentimiento sincero al aceptar al Señor Jesucristo como único Señor y Salvador personal.

16. Cielos Nuevos y Tierra Nueva
Conociendo como el hombre y su pecado a dañado toda la creación de Dios, nos consuela saber que Dios va ha hacer todo perfecto de nuevo – 2 Pdr 3:1-18; Apc 21:1-8

Importancia de esta doctrina

Al vernos en medio de tantas luchas y dificultades, nos alienta saber que Dios tiene cosas muchísimo mejor para todos sus fieles. Jesús prometió esto para todos nosotros – Jn 14:1-3, y Pablo inspirado por el Espíritu Santo escribió… I Cor 2:9. En otra Pablo fue llevado por el Espíritu al tercer cielo o al Reino de Dios y vio y oyó cosas que no se le permitió contar; pero se refirió a ellas como “inefables” – 2 Cor 12:1-6… Después del milenio, los cristianos viviremos para siempre con Dios y disfrutaremos de todo el universo restaurado a la perfección por el propio Dios. Esta doctrina es importante porque nos asegura una morada futura en un mundo muchísimo mejor que el presente. Además asegura el triunfo definitivo de Dios sobre satanas y el mal.

Contactanos

Follow Me